Boletín Nº 76

Su líder, Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, lo viene defendiendo desde hace bastante tiempo frente al presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero como cuestión clave para mantener le gobernabilidad y el pacto con el PSOE en dicha comunidad autónoma. Dos de sus espadas abrieron la posibilidad la pasada semana de conformarse con que esta vía muriera en Reinosa y, hasta Santander, se mejoraría el trazado, un tren mixto con el objetivo de que el viaje entre las capitales de España y Cantabria no supere las tres horas.

Revilla, poco después, afirmó que hasta Santander o nada. Desde el ministerio de Fomento la oferta que obtiene el respaldo pasa por Bilbao.

Marcano en el curso aseguró que el AVE es un reto imperiosamente necesario para el turismo regional y que Cantabria es una región demasiado pequeña como para permitirse el lujo de no tener mejores comunicaciones. Por su parte, el ministerio de Fomento esgrime tres razonamientos que el consejero rebatió con especial énfasis uno por uno. Racionalidad, o sea, que aquellas regiones o territorios que estén poco poblados corren el riesgo de ser abandonadas. El Estado debe cumplir la función igualadora ayudando a los menos favorecidos.

Eficiencia, apoyándose en los argumentos de competitividad económica y la rentabilidad y, finalmente, viabilidad, no considerando la posibilidad futura de que se inviertan las tendencias y que una zona ahora aislada se convierta, con buenas comunicaciones, en una territorio próspero.

J.A.F.C.

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