Boletín Nº 55
08-02-2010
Huelga de celo de los controladores en plena Semana Santa, el Ejecutivo baraja la posibilidad de imponer un laudo arbitral para poner fin al conflicto
Según ha anunciado en un comunicado el Sindicato Profesional Independiente de Controladores Aéreos (Spica), que representa sólo al 5% del colectivo y que nació de la escisión de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (Usca), a partir del 1 de abril, fecha en que arrancan los cuatro días festivos de la Semana Santa (desde jueves a domingo), la jornada pasará a ser básica, sin realizar horas extraordinarias, trabajando sólo las 1.200 horas ordinarias estipuladas en el convenio colectivo, cumpliendo de manera estricta la normativa laboral, lo que afectará a la actividad cotidiana de las torres de control de los aeropuertos.
El presidente de Aena, Juan Ignacio Lema y
el presidente del sindicato Usca, Juan María García Gil
Mientras, continua la disputa sindical con los representantes del colectivo sin ponerse de acuerdo en las directrices del nuevo convenio, el Gobierno no está dispuesto a pagar los 375.000 euros de media que cobran los controladores si no son más productivos y el sector, que cobra una media de 1.500 euros por hora extraordinaria, no quiere reducir su salario. Usca ha acusado a Aena de romper unilateralmente la negociación colectiva y el presidente de Aena ha subrayado que la propuesta presentada hace dos semanas por los controladores es inaceptable ya que “no reduce sino que aumenta los costes”.
Al cierre de este Boletín después de las ruedas de prensa celebradas indistintamente por Aena y USCA; el presidente de Aena, Juan Ignacio Lema, pidió el pasado 3 de febrero, a la Dirección General de Aviación Civil, “que estudie las medidas que procedan para garantizar la continuidad y la eficacia del servicio de navegación aérea”. Y baraja despedir a quienes hagan huelga de celo, sustituirlos por militares o formar a nuevos profesionales.
J.A.F.C.
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