Boletín Nº 201

Presentación de las estaciones
 de esqui de los Altos Pirineos,
en la rueda de prensa celebrada
en Madrid

En los Pirineos no hay fábricas ni industrias, sólo grandes extensiones vírgenes y pueblos anclados a lo largo de las laderas de las montañas que han sabido conservar su encanto y autenticidad.

La práctica del esquí está muy arraigada en la zona desde hace muchas décadas por ello, las infraestructuras son de primer orden. Todo es posible en los Pirineos: estaciones y esquí a pie de pista, deslizamientos y, cómo no, la mejor relajación que tu cuerpo pueda necesitar en las mejores aguas termales.

Cada estación posee su propia identidad, su manera particular de acoger a los esquiadores para hacerles sentirse como en casa durante su estancia. Entre las facilidades que nos ofrecen están los forfaits manos libres, forfaits recargables por Internet o por teléfono, jornadas de esquí consumidas y automáticamente adeudadas en cuenta, bebidas de chocolate caliente en las pistas, consejos de seguridad… Todo ello para conseguir el principal objetivo: más esquí y menos molestias.

Cada año, Altos Pirineos se esfuerza en extender, diversificar, y estructurar más su oferta turística con el fin de responder cada vez mejor a las expectaciones de los consumidores que disfrutan de sus vacaciones de esquí

Los Pirineos reúnen en más de 400 kilómetros, un verdadero patrimonio rico en culturas y tradiciones. Una de las mayores reservas ecológicas de Europa que mantiene un desarrollo turístico respetuoso con el medio ambiente.

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