Boletín Nº 196

Tenerife ofrece para este invierno la posibilidad de sentirse alfarero por un día, cocinar una rica Castañada, deslizarse por calles empedradas o adentrarse en los parajes más ocultos de la Isla.

Las Tablas de San Andrés.-

En el municipio norteño de Icod de los Vinos se celebra en la víspera de San Andrés, el 29 de noviembre, un evento muy especial no solo por la apertura al público de sus Bodegas, sino también por una curiosa tradición que reviven cada año: la forma que tenían de transportar la madera antiguamente, desde la parte alta del municipio hasta los talleres de carpintería situados en la parte baja. Son muchos los vecinos y los visitantes más atrevidos, que se animan a deslizarse subidos en tablas engrasadas con brea, por las empinadas calles del pueblo. Otra opción para los que no se animen a deslizarse en estos originales vehículos, es disfrutar del Vino nuevo acompañado de castañas asadas y pescado salado.

V Feria de Artesanía y de la Castaña en La Victoria de Acentejo.-

El mes de la Castaña se podrá disfrutar en diversos municipios norteños durante el mes de noviembre. Pero es en La Victoria de Acentejo, pueblo Alfarero por excelencia, los días 10 y 11 de noviembre donde se recogerá una amplia y variada muestra de productos y talleres artesanales. Habrá un lugar para practicar la Alfarería de manos de maestros artesanos, comprar riquísimas castañas tostadas y panes recién hechos a base de este producto de la tierra, o acudir a la ruta de los Castaños que finalizará con la recolección y la degustación de las mismas. Y si aún quedan fuerzas para terminar el día no hay mejor manera que asistiendo a la tradicional Castañada de San Andrés, en la que también se hace la famosa Cacharrada, donde se pueden llevar los cacharros viejos y olvidados en la cocina para hacer creativas y útiles estructuras inventadas.

XVII Festival Internacional de Cuentos de Los Silos.-

Este paraje de Los Silos del 5 al 8 de diciembre se convertirá en el extraordinario Pueblo de los Cuentos, en el que se podrá encontrar personajes inauditos e imaginarios por sus calles y adentrarse en ese Bosque Encantado que siempre se deseó. El Festival es tanto para los más pequeños con la audición de cuentos de antaño en espacios nunca imaginados, como bien puede ser una antigua fábrica de empaquetado o en la orilla del mar, y también para los más grandes que podrán revivir esa niñez en la que sorprenderse, imaginar o sentirse capaz de todo y más. Impregnarse del poder de la lectura a una edad joven para así empezar a crecer mental y culturalmente, dándole a ello un toque artístico y carismático, es lo que ofrecen estos días los narradores llegados de los cinco continentes, las gentes del pueblo y sus rincones más inesperados.

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