Boletín Nº 180
02-07-2012
La Región de Trentino apuesta por su oferta cultural en Trento y Rovereto
Trento, la esmerada ciudad del Concilio, la antigua Tridentum romana, puente entre Italia y la Mitteleuropa se alía con Rovereto, la localidad más al sur, ciudad del Futurismo, y presentan conjuntamente un programa de alto nivel cultural.
Por su parte, la capital de la región norteña inaugura la imponente exposición 'Los Caballeros del Emperador. Duelo y guerra en las armerías renacentistas' (hasta el 18 de noviembre), que se desplegará en dos castillos donde recuperan todo su vigor aquellos hombres de armas.
El Castillo del Buonconsiglio en Trento recrea el ambiente del duelo, del amor de corte y de las virtudes heroicas, mientras que el Castillo de Beseno retoma vida dando protagonismo a la batalla, al asedio, a las armas y a las estrategias militares.
A éstos se unen los Castillos de Thun, una joya arquitectónica flamante tras su restauración, que surge entre los manzanos del Valle de Non, y de Sténico, transformado entre los siglos XIII y XIV, desde donde los obispos de Trento ejercían el control temporal en los Valles Giudicarie.
Por su lado, Rovereto, la localidad industrial que ha sabido renovarse con el estrepitoso Mart, Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Trento y Rovereto, (tomando como modelo el Guggenheim de Bilbao) -que acoge varias exposiciones, entre ellas, la de 'Afro. El periodo americano' celebrando el centenario de su nacimiento- y cuna del Futurismo, documentado con la Casa de Arte Futurista Depero, que expone 'El Touring Club italiano entre Futurismo e Irredentismo' (hasta el 2 de septiembre).
A estas instituciones, hay que añadir el Museo de las Ciencias, que acogerá la reseña 'Homo Sapiens' (del 15 de septiembre de 2012 al 6 de enero de 2013), el Museo de la Aeronaútica, el Jardín Botánico Alpino y el Museo de las Palafitas del Lago de Ledro, así como el parque Arboreto de Arco, sin olvidar el Museo Histórico Italiano de la Guerra, de Rovereto, dotado de un importante patrimonio bélico de la I Guerra Mundial, entre los más importantes a nivel europeo.
Y entre visita y visita, sorprenden sus cavas, como el Ferrari, tan bueno como el champagne, admitido por los mismos franceses; excelentes vinos tintos y quesos doc como el 'Trentingrana' que no tiene nada que envidiar al parmesano, además de setas y variadas grapas (=orujos).
En definitiva, un territorio por descubrir, tapizado de viñas y manzanos, rodeado de montañas, muy bien comunicado, donde se respira un aire límpido, en todos los sentidos.
Corresponsal en Roma
CVB
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