Boletín Nº 176

Aeropuerto de Huesca que perdió 1.600 euros por
 cada uno de los pasajeros que aterrizaron
 o despegaron

A lo largo de la última década y con todo tipo de responsables del ministerio de Fomento, cada capital regional requería su propio aeropuerto. Hoy la mayoría de los 47 aeropuertos de AENA se han convertido en una pesada carga más que por su volumen de deuda, que representa alrededor 2.000 millones de euros de los 14.000 millones con los que se ha cargado con las ampliaciones de Barajas y El Prat, por su incapacidad de generar beneficios ya que algunos de ellos son prácticamente inviables debido a su proximidad entre sí, la competencia en los últimos años del AVE y la crisis económica que ha repercutido en la reducción del tráfico aéreo.

El Plan del ministerio de Fomento para estos aeropuertos “básicos” incluye horarios de funcionamiento más reducidos, especialización en actividades comerciales, liquidación de contratos, centralización de servicios y reducción de empleo. Alrededor de 500 personas podrían verse afectadas por la reestructuración que AENA negociará con los sindicatos a mediados de junio.

Con el plan de privatización en marcha que fija 2014 como horizonte, AENA quiere trabajar a fondo sus cuentas para aumentar su valor de cara a los nuevos socios. Tras analizar aeropuerto por aeropuerto, algunos volverán a ser rentables desde el punto de vista operativo pero en las circunstancias actuales, otros seguirán perdiendo dinero a pesar del ajuste.

Sólo una decena de los 47 aeropuertos ganaron dinero el pasado año. El resto son deficitarios como los de Córdoba, Albacete, Logroño, Burgos y Salamanca que pierden entre 450 y 120 euros por pasajero con el caso extremo del aeropuerto de Huesca que perdió 1.600 euros por cada uno de los 2.781 pasajeros que aterrizaron o despegaron desde el mismo.

JAFC

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