Boletín Nº 145
31-10-2011
La Fundación Aena celebró el centenario del Aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos con unas jornadas sobre su historia
Expertos en historia y cultura aeronáutica analizaron su pasado, presente y futuro en la Casa América durante tres días.
Cuatro Vientos
La Fundación Aena se sumó a la celebración del centenario del Aeropuerto de Madrid-Cuatro Vientos y dedicó este año las Jornadas de Estudios Históricos Aeronaúticos a los primeros 100 años de historia del actual aeropuerto. Las Jornadas se centrarán en el análisis de la función que ha desempeñado esta instalación durante este siglo de vida, desde sus comienzos como base militar hasta su destacada actividad actual en el campo de la aviación general, la formación y como base de importantes servicios públicos (seguridad, servicios médicos, tráfico…).
Las Jornadas, que han alcanzado su XV edición y se han consolidado como un referente en el sector, se celebraron desde el lunes 25 al jueves 27 de octubre en la Casa de América de Madrid. La primera sesión se dedicó a la "Ciencia, Técnica y Docencia". El día 26 el tema central fue "Milicia y Cultura" y participaron oficiales del Ejercito del Aire y el presidente de la FIO. Las intervenciones del jueves 27 se englobaron en el título "Transporte Aéreo y Aviación Civil", con la intervención de miembros de Aena. Cada sesión concluyó con un coloquio.
CUATRO VIENTOS. UN SIGLO DE HISTORIA AERONÁUTICA
Henri Farman
En marzo de 1910 el piloto francés Jules Mamet a bordo de un Bleriot XI realizó con éxito varios vuelos de exhibición sobre Madrid. Se iniciaba la presencia de la aviación en la capital de España en una pista improvisada sobre la parcela 87 de la Ciudad Lineal, ocupada hoy en parte por la sede central de Aena.
Tras esta experiencia original se vio la necesidad de establecer instalaciones permanentes que acogieran esta novedosa modalidad de transporte. En 1911 una comisión militar en la que figuraban el coronel Vives y el capitán Kindelá seleccionó un lugar llano, amplio y despejado en las cercanías de Madrid, para establecer un aeródromo y una escuela de pilotos. Realizadas las gestiones con gran celeridad, el 12 de marzo aterrizaba en su pista el primer aeroplano, un Henri Farman pilotado por Benito Loygorri y ocho días más tarde daban comienzo las clases teóricas y prácticas. Este espacio abierto, próximo al kilómetro ocho de la carretera de Extremadura, se llamaba Cuatro Vientos y estaba destinado a escribir algunas de las páginas más sobresalientes de la aeronáutica española.
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