Boletín Nº 125

13-06-2011


Tipo noticia

Turismo rural con etiqueta solidaria, otra manera de pasar las vacaciones

Nueve casas rurales navarras participan de una red que incentiva la solidaridad con descuentos a socios o voluntarios de ONGs o a donantes de sangre. Si no se reúne tal condición, ingresan el 15% de la factura a la entidad filantrópica que desee el cliente.

Casa Rural
Casa Rural

NO hay fraude y sí un alegato al compromiso por otros, que revierte curiosamente en todos, incluidos sus promotores. La red Casas Rurales Solidarias encuentra en Navarra nueve alojamientos ya asociados: Zurginenekoa I y Zurginenekoa II (Izcue), Saldiserena (valle de Ollo), Hotel rural Teodosio de Goñi (Valle de Goñi), Casa Monaut I y II (Saragüeta), Saroiberrikoborda (Etxalar), Etxeberri (Atallu) y Haitzetxea (Zugarramurdi).

La característica común a todos ellos, que les hace merecedores del distintivo solidario rotulado en una flor, es que "premian" la generosidad de las personas, en palabras de Toni Alier Laplana, de Haitzetxea.

Tal concesión se concreta fundamentalmente en dos acciones, que revierten en los bolsillos de los usuarios. De una parte, el ser donante de sangre o pertenecer a una ONG, como socio o voluntario, supone automáticamente un descuento mínimo del 10%. El posible aumento de este porcentaje está a criterio del propietario.

Pero las Casas Rurales Solidarias refuerzan su apelativo altruista con una segunda opción, en este caso, dirigida a aquellas personas que no pertenecen a una ONG. En tal caso, los titulares de los alojamientos ingresan el equivalente al 15% de la factura a la asociación filantrópica que se desee, eso sí, previa presentación del impreso que certifica el pago efectuado por la estancia. "No hay trampa", señala Toni Alier, al tiempo que afirma que es una modalidad basada en "la bondad de las personas y en la profesionalidad de quienes prestan el servicio, por que no varía".

Casas Rurales Solidarias
Casas Rurales
Solidarias

Aunque a menor ritmo en Navarra, el crecimiento de la red ha causado asombro en sus propios impulsores. En un año, de seis adhesiones se ha pasado al centenar y medio aproximadamente.

Desde el punto de vista del negocio, la fórmula es también rentable porque "el cliente solidario es fiel", como coinciden en recalcar Toni Alier y Leandro Savater, impulsor desde Castellón de Gerona de la iniciativa. Ambos se remiten a los registros contabilizados en su apreciación. Además del boca a boca, que en esta ocasión funciona entre quienes coinciden en un proyecto solidario, un portal informático -www.casasruralessolidarias.com-, es su ámbito de difusión compartido.

La idea de la solidaridad premiada con descuentos está siendo extrapolada a otros sectores, como, por ejemplo, la hostelería, a juzgar de la opinión de sus difusores. Es así como la generosidad ofrece oportunidad de ahorrar en una época tan necesaria.

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