Boletín Nº 101

En contraste con este prohibicionismo se ha aprobado sin embargo la ampliación de lugares de venta de tabaco como ya informamos anteriormente, habrámáquinas expendedoras en el interior de las tiendas de conveniencia de las gasolineras, así como la venta de cigarros (puros sueltos) que antes estaba prohibida en los bares de menos de 100 metros y que ahora se permite en todos los establecimientos de bares y restaurantes.

Asimismo se ha aprobado que las máquinas expendedoras puedan situarse en el interior de quioscos de prensa y en locales con vigilancia directa y permanente de uso por parte del titular o de los casinos, bingos y salas de juego que tras su paso por el Senado podían reservar el 30% de su espacio a las zonas para fumar, finalmente tendrían la misma restricción que la hostelería. A los dueños de bares y restaurantes que hicieron obra para separa las zonas de fumadores, no se les recompensará por el gasto.

Los hoteles tendrán que habilitar el 30% de sus habitaciones para fumadores.

En los aeropuertos desaparecerán todos los puntos para fumadores que habían sido habilitados.

En el transporte público, ni en taxis, ni autobuses, ni Metro, ni en los autobuses turísticos, aunque el piso de arriba se descapotable.

Otra de las grandes excepciones de la ley del tabaco, no se podrá fumar en las puertas de colegios y en las zonas de recreo de parques infantiles, aunque estén al aire libre.

Saltarse estas prohibiciones puede costar desde 30 euros a 600 euros y hasta 10.000 a los establecimientos, sobre todo si el local acumula denuncias y es reincidente.

Pero todo esto podría quedarse en papel mojado si las comunidades autónomas se declaran en rebeldía y no envían a sus inspectores de Sanidad a comprobar el cumplimiento de la nueva legislación. Ya que en los gobiernos autónomos recae la responsabilidad de inspección y sanción. A título personal, un ciudadano también puede denunciar en las correspondientes consejerías de Sanidad.

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